¿Conocéis la preciosa historia de Rudolph?
Rudolph era el hazmerreír de su manada
por su brillante y roja nariz,
obra de un hada.
Pero una Nochebuena tormentosa
Papá Noel le pidió que guiara su trineo
entre la espesa niebla,
iluminando el camino con su nariz.
Así se convirtió en el reno número nueve de Papá Noel,
y a ser respetado por el resto de renos.
Hace unos días las profes de primaria del cole
nos pidieron que los niños llevasen algo típico de Navidad
para celebrar un almuerzo compartido.
Hubo turrón,
polvorones,
mazapán,
chocolate...
Javier llevó unas galletas
de jengibre y chocolate...
... ¡inspiradas en Rudolph!
La tarde anterior habíamos pasado un rato muy divertido
Javier, Paula y yo
colocando narices rojas
y marcando ojitos
en las galletas recién cortadas y listas para hornear.
¡El almuerzo fue un éxito!
¡Y las galletas volaron!
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Os dejo aquí la letra del villancico
inspirado en la leyenda de Rudolph:
Era Rodolfo un reno
que tenía la nariz
roja como la grana
y de un brillo singular.
Todos sus compañeros
se reían sin parar
y nuestro buen amigo,
no paraba de llorar.
Pero Navidad llegó,
Santa Claus bajó
y a Rodolfo eligió,
por su singular nariz.
Y tirando del trineo,
fue Rodolfo sensación
y desde aquel momento
toda burla se acabó