Ya de vuelta de vacaciones.
Llegamos con las maletas cargadas de ropa para lavar, pero también de los recuerdos de largas horas de juegos, baños y excursiones (también alguna siesta, pero menos de las que me hubiera gustado)
Desde hace siete años, veranemos en una vieja casa de pueblo pollensina convertida en hotel.
Los detalles de la artesanía mallorquina lo visten para hacerlo acogedor y único.
Este año estuvimos en la habitación lila.
Bordado mallorquín sobre las camas...
...también en el marco de este espejo...
... y a través de la ventana, una buganvilia también lila
En las zonas comunes, cada detalle está cuidado con mimo.
Lámparas de vidrio soplado...
... blanco sobre blanco...
... y más bordado mallorquín...
En un rincón, como un Pepito Grillo que me recuerda que este verano no he cosido nada de nada, una Pfaff centenaria.
¿Lo mejor de estas vacaciones?
Haber podido disfrutar de algún rato con personas queridas de las que vivimos lejos.
Con mis muñecos las hemos contado.
Son 24 personas.
¿Y vosotras? ¿Qué ha sido lo mejor de vuestro verano?
Besos a tod@s
Elena