Entre las hojas de bambú...
... una mirada sagaz...
(de terciopelo negro),
... un arma letal...
(si no fuera rellena de guata blandita),
... un despiadado guerrero ninja...
(que más que terror provoca ternura).
Como no podía ser de otra manera tratándose de un clásico guerrero nipón, lo hice con telas japonesas.
Me inspiré en un modelo de Melly & me y lo cosí a mano con mucho cariño, pues fue un regalito de cumpleaños para
Santiago.
A él y a su mamá les encantó.
El ninja, y también las piruletas de chocolate que preparé con Paula y Javier para llevarlas a su fiesta,
Saludos a tod@as