A veces las casas se nos quedan pequeñas
para todo lo que en una vida vamos
recogiendo,
coleccionando,
atesorando...
También porque, felizmente, las familias crecen
Llegado este momento,
es momento de buscar un nuevo hogar,
con más espacio,
con más luz...
Es lo que le ha pasado a mi amiga Julia.
Cuando hace un mes se mudó,
decidí hacerle un detalle:
un llavero-casita
Creo que es útil y simbólico a un tiempo...
¡y le ha encantado!
En su nueva casa
Julia tiene el privilegio de contar con un pequeño jardín trasero,
con huerto,
con barbacoa,
con espacio donde tender la ropa al sol...
Con el regalo,
mis deseos de que toda la familia sea muy feliz en su nuevo hogar.
¡Espero que se les quede pronto pequeño para abarcar
un montón de nuevos momentos
y recuerdos especiales!
A todas, un beso fuerte,
Elena