Mi madre

Cuando yo era niña
mi madre me hacía barquitos con cáscaras de nuez
y cestitas con huesos de cereza.

Me enseñó a hacer collares
con agujas de pino,
paipais con hojas de palma,
y a ponerme flores en el pelo.

También me deleitaba contándome las trastadas de su mascota cuando ella era, a su vez, una niña.

Era un conejo

que mordisqueaba alfombras, zapatillas y cortinas

ante el enfado de mi abuela

y las risas de mi madre y sus hermanas.

Ahora mi madre está pasando un momento durísimo.
Con ella, toda la familia.

Lleva casi 5 meses hospitalizada,
4 de ellos en la UVI.

Pero parece que al fin después de la tormenta
empieza a brillar el sol

Y hasta que llegue el ansiado momento en que pueda volver a casa,

le he llevado esta colcha que no sólo la arrope 

y sea mi abrazo en la distancia,

sino que también vista las blancas horas de hospital,

con sus dulces dibujos

para hacerle las horas más cortas.

Mamá,
mucho ánimo que de nuevo empieza a brillar el sol.

Y todos los que en estos meses y a día de hoy
siguen rezando por ella,
GRACIAS

Elena