lunes, 4 de marzo de 2019

Tres gamos

Cuando quedo con las chicas en Majadahonda,
tengo que coger un tren en Madrid 
que atraviesa
el bosque de El Pardo.

Me apasiona descubrir,
entre encinas y alcornoques
y casi confundidos con el pardo terreno,
decenas de gamos.

Pequeños.
Moteados.
De movimientos suaves.
Transmiten paz.
Lástima que el tren vaya tan rápido.

En nuestra última quedada,
les llevé 
a Montse, Marta e Isa
un pequeño bastidor
en el que les he atrapado uno de esos gamos
a cada una.
Junto con su iniicial.




Estos bastidores tienen, como decía mi madre,
el encanto de lo inútil.
Están bordados en punto de cruz sobre una tela rústica,
y en la parte de detrás llevan tela de estrellas, de corazones, de setas...

El modelo proviene de un libro invernal y mágico -
Winter Im Elfenwald
- lleno de habitantes del bosque.





Erizos, pájaros, caracoles...
¡y hadas!



Tengo una tela llena de ellas,
de diminutas hadas,
esperando un próximo proyecto.

Espero poder enseñároslo pronto.

Besos,

Elena

3 comentarios:

  1. ¡Que bonitos te han quedado esos bastidores, tu madre tiene mucha razón... pero nos gustan tanto estos detalles.
    Besos guapa.
    Chary :)

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  2. Y como nos gusta lo "inutil"!!!...más aún si sabemos valorar un trabajo hecho a mano,como estos que nos traes.
    Sencillo, perfecto!!
    Besos

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¡Muchas gracias por dedicarme unos minutos y unas palabras!